lunes, 16 de noviembre de 2015

CARTA ABIERTA A SU EXCELENCIA FELIPE VI REY DE ESPAÑA



Su majestad Felipe VI Rey de España.


Me dirijo a usted con todo respeto y admiración, con la humilde intención de servirle a usted y a España.

España está pasando por una situación sumamente grave que pone seriamente en peligro la integridad del país, es decir, su propia existencia como estado y como nación.
Para empezar déjeme recordarle que en España y en todas las naciones en general existen dos clases fundamentales de hombres, unos muy escasos, los capaces de fundar naciones e imperios y otros lamentablemente muy abundantes, los empeñados en destruirlos. Cada vez que un hombre llega al poder corre con la responsabilidad de escoger a cuál de ellos quiere emular…
En estos momentos, en España están sucediendo fenómenos realmente bizarros, personas pueden ser encarceladas por evasión de impuestos, por conducir a exceso de velocidad o por una simple borrachera, pero andan libres los que violan sistemáticamente la constitución y promueven la desintegración de España, es decir, los traidores consumados a la patria.
Procesos complejos  de La historia lo han colocado a usted al timón de nuestra patria. Como Cabeza del Estado tiene usted la mayor responsabilidad institucional del país, y un alto porcentaje de la responsabilidad política….Le toca un momento histórico complejo, ha heredado usted una verdadera bomba de tiempo.
No es menester recordar cómo se llegó al momento fatídico en 1978 en que se promulgo una constitución que dividió una gran nación, la española en un puñado de Regiones Autonómicas dando lugar a la mayor contradicción política de la historia de España. Según el artículo 2 de esa constitución de 1978 se reconoce y garantiza el derecho a las autonomías de las regiones y nacionalidades que componen la nación.  Este articulo de anula por sí mismo al contener un exabrupto conceptual, ¿Cómo varias naciones componen una nación?
En ese artículo se abrieron las venas de la patria y comenzó a desangrarse, siendo cuestión de tiempo su muerte. Lo de desangrarse no es una simple imagen figurativa, es una realidad concreta y palpable para todos los españoles que visitamos regiones autonómicas done ya ni siquiera se utiliza el idioma español y en cuyas escuelas se educan a los jóvenes para repudiar la idea de que pertenecen a España. Cuanto tiempo falta para que esa cantidad de gente educada para repudiar a España exijan su desintegración total y la división en pequeños “reinos” que quedaran bajo el poder de personas corruptas e indeseables como Artur Mas o Jordy Pujol.
España es en estos momentos un estado tambaleante, sin estructura política firme, sin soporte en una sociedad integrada y consistente, sin una población dispuesta a defender su integridad y por ende su territorio…España no está conformada ahora mismo por personas que se sientan españolas así que no podemos hablar de una gran nación.
Su majestad Felipe VI de España, sobre sus hombros pesa una enorme responsabilidad, escoger si es usted el último rey de España. Si ahora mismo no hace lo pertinente usted podría pasar a la historia como el rey que perdió su trono y permitió desintegrar una de las primeras naciones del mundo, la herencia del Rey Fernando II de Aragón y la Reina Isabel de Castilla. Aun hay tiempo y usted podría pasar a la historia como el Rey refundador de España, que la rescató de una desintegración inminente.
Para salvar a España usted tendrá que acometer una larga cadena de empresas y procesos que incluyen el rodearse de las personas que garanticen fervorosamente un amor total y absoluto por la integridad de España. No hay espacio para los oportunistas acomodaticios, politiqueros de ocasión cuya única meta política es una suculenta cuenta bancaria en algún paraíso fiscal.
Su Majestad Felipe VII…Usted debe reunir de urgencia a las fuerzas políticas conservadoras, confiables y responsables para plantear una serie de medidas que permitan desarmar el proceso sistemático de desmantelamiento planificado de España emprendido en 1978 e inspirado en procesos que comenzaron mucho antes y que conllevaron a la abdicación de Alfonso XIII en 1931.
Lo primero que hay que hacer es definir claramente  y criminalizar el concepto de “Traición a la Patria”, que debe incluir a todas esas personas que alienten, promuevan, defiendan o participen en actividades relativas a la división de España en pequeñas sub naciones. La primera actividad referente a este punto es detener y encarcelar a las personas que han promovido, llamado a votar, o a realizar acciones referentes a lograr la independencia de regiones especificas de España.
Seguidamente hay que iniciar los procesos para modificar la constitución si llamar a referendo o votación. España en estos momentos no tiene ciudadanos capacitados para entender la magnitud de este problema. España fue sometida a una verdadera campaña de subversión del Estado por medio de sistemáticos programas de destrucción del criterio o la capacidad ciudadana para entender sobre el tema, no es posible contar con el apoyo de la población. Uno de los problemas más graves que tiene la educación española es que mantiene a los estudiantes en el analfabetismo político, reforzado por la pobreza cultural de la programación de los medios de comunicación masivos. En definitiva, para extirpar el articulo 2 de la constitución que permite y promueve los procesos de secesión no se necesita consultar al pueblo ya que es intrínseca en la funcion de el Jefe de Estado garantizar la existencia del Estado.

Una de los privilegios y potestades más importantes de una monarquía debe ser la autoridad total y absoluta del Rey para tomar las decisiones pertinentes para garantizar la integridad del Reino… En este sentido el poder del Rey debe ser total y absoluto y cualquier intento de oponerse a esta autoridad debe ser reconocido como traición al Reino y por ende a la Patria.
Segundamente hay que comenzar desarticular todos los procesos de desintegración nacional que se llevan a cabo bajo la excusa de derechos autonómicos, como lo son la educación en lenguajes diferentes al idioma español…la implantación de historias patrias locales diferentes y contradictorias a los valores patrios españoles y lo que es lo peor, la tolerancia religiosa que ha permitido la implantación en el país de culturas y religiones radicales y peligrosas para la integridad del país.


Si bien es necesario e indispensable conservar e incluso promover la autonomía administrativa, de manera de facilitarle a los españoles la tramitación y la debida atención por parte de las autoridades, se sugiere que se simplifique la doble institucionalización, es decir se evite el duplicado de instituciones y oficinas administrativas. También es necesario reducir la burocracia local y central a los límites estrictamente indispensables de manera de relevar a la ciudadanía de la cantidad de impuestos duplicados actualmente que solo sirven para mantener a un verdadero ejército de burócratas.
Excelentísimo Rey Felipe VI, es imperante tomar cartas en el asunto inmediatamente, el reloj corre en su contra, las fuerzas destructoras son enormes…nuestros enemigos astutos…El ser humano es muy proclive al caos y abrazar con mucha pasión las causas más injustas y sobre todo inconvenientes para su propia supervivencia…


                        
Es importantísimo reponer los símbolos de España, entre ellos el escudo original, el de los reyes católicos, el mismo que ondeaba en la Armada Invencible o en las carabelas de Colón…Hay que hacer hincapié en replantear el pensum escolar de manera de realzar la historia de España y anidar en el corazón de cada español un Águila imperial que le de la fortaleza moral y espiritual para acometer las grandes empresas como sucedía en nuestros mejores tiempos.

              
          
     
  
ESTE ES UNO DE LOS ESCUDOS QUE  REPRESENTA FIELMENTE EL NACIONALISMO ESPAÑOL.

Hay que criar a nuevos Fernandos e Isabeles, Carlos terceros, Felipes Segundos, Duques de Albas, Franciscos Pizarros, y tantos otros…Hay que restituir la dignidad y el respeto hacia el ultimo gran libertador de España, que nos salvó de comunismo y de ser mendigos por toda Europa como lo son ahora los inmigrantes de los países de la ex Unión Sovietica… Es hora de rendir agradecimiento al generalísimo Francisco Franco, la persona a quien usted primeramente debe su trono.

Su Majestad Felipe VI. Es hora de decirle a España la verdad, es hora de hablarle a los españoles como se le habla a los grandes hombres y relegar el lenguaje pusilánime que los politiqueros han puesto de moda, el mismo que generalmente se utiliza para los lisiados y minusválidos.

Su majestad Felipe VI súbase al Trono definitivamente, no pierda tiempo, ponga a su lado a los mejores españoles y envié a las mazmorras inmediatamente a los traidores y a sus colaboradores.

El tiempo apremia…busque el apoyo de los reyes de toda Europa, de los gobiernos verdaderamente aliados, de los centros de poder y de todos los elementos que de una manera o de otra corren el mismo peligro que usted, como lo son Las Fuerzas Armadas, Las Universidades, Las Grandes Empresas, Los Bancos, y sobre todo los partidos políticos que realmente estén interesados en Una España Grande e indivisible…Libre de traidores….

Sin Mas y a sus enteras ordenes…mi aprecio y admiración,
Ramón Mediavilla Díaz…
Súbdito.