Su majestad
Felipe VI Rey de España.
Me dirijo a
usted con todo respeto y admiración, con la humilde intención de servirle a
usted y a España.
España está
pasando por una situación sumamente grave que pone seriamente en peligro la
integridad del país, es decir, su propia existencia como estado y como nación.
Para empezar
déjeme recordarle que en España y en todas las naciones en general existen dos
clases fundamentales de hombres, unos muy escasos, los capaces de fundar
naciones e imperios y otros lamentablemente muy abundantes, los empeñados en
destruirlos. Cada vez que un hombre llega al poder corre con la responsabilidad
de escoger a cuál de ellos quiere emular…
En estos
momentos, en España están sucediendo fenómenos realmente bizarros, personas
pueden ser encarceladas por evasión de impuestos, por conducir a exceso de
velocidad o por una simple borrachera, pero andan libres los que violan sistemáticamente
la constitución y promueven la desintegración de España, es decir, los
traidores consumados a la patria.
Procesos
complejos de La historia lo han colocado
a usted al timón de nuestra patria. Como Cabeza del Estado tiene usted la mayor
responsabilidad institucional del país, y un alto porcentaje de la
responsabilidad política….Le toca un momento histórico complejo, ha heredado
usted una verdadera bomba de tiempo.
No es
menester recordar cómo se llegó al momento fatídico en 1978 en que se promulgo
una constitución que dividió una gran nación, la española en un puñado de Regiones
Autonómicas dando lugar a la mayor contradicción
política de la historia de España. Según el artículo 2 de esa constitución de 1978 se reconoce y garantiza el derecho a las autonomías de las regiones y
nacionalidades que componen la nación.
Este articulo de anula por sí mismo al contener un exabrupto conceptual,
¿Cómo varias naciones componen una nación?
En ese artículo
se abrieron las venas de la patria y comenzó a desangrarse, siendo cuestión de
tiempo su muerte. Lo de desangrarse no es una simple imagen figurativa, es una
realidad concreta y palpable para todos los españoles que visitamos regiones autonómicas
done ya ni siquiera se utiliza el idioma español y en cuyas escuelas se educan
a los jóvenes para repudiar la idea de que pertenecen a España. Cuanto tiempo
falta para que esa cantidad de gente educada para repudiar a España exijan su
desintegración total y la división en pequeños “reinos” que quedaran bajo el
poder de personas corruptas e indeseables como Artur Mas o Jordy Pujol.
España es en
estos momentos un estado tambaleante, sin estructura política firme, sin
soporte en una sociedad integrada y consistente, sin una población dispuesta a
defender su integridad y por ende su territorio…España no está conformada ahora
mismo por personas que se sientan españolas así que no podemos hablar de una
gran nación.
Su majestad
Felipe VI de España, sobre sus hombros pesa una enorme responsabilidad, escoger
si es usted el último rey de España. Si ahora mismo no hace lo pertinente usted
podría pasar a la historia como el rey que perdió su trono y permitió desintegrar
una de las primeras naciones del mundo, la herencia del Rey Fernando II de Aragón
y la Reina Isabel de Castilla. Aun hay tiempo y usted podría pasar a la
historia como el Rey refundador de España, que la rescató de una desintegración
inminente.
Para salvar
a España usted tendrá que acometer una larga cadena de empresas y procesos que
incluyen el rodearse de las personas que garanticen fervorosamente un amor
total y absoluto por la integridad de España. No hay espacio para los
oportunistas acomodaticios, politiqueros de ocasión cuya única meta política es
una suculenta cuenta bancaria en algún paraíso fiscal.
Su Majestad
Felipe VII…Usted debe reunir de urgencia a las fuerzas políticas conservadoras,
confiables y responsables para plantear una serie de medidas que permitan desarmar
el proceso sistemático de desmantelamiento planificado de España emprendido en
1978 e inspirado en procesos que comenzaron mucho antes y que conllevaron a la
abdicación de Alfonso XIII en 1931.
Lo primero
que hay que hacer es definir claramente y
criminalizar el concepto de “Traición a
la Patria”, que debe incluir a todas esas personas que alienten, promuevan,
defiendan o participen en actividades relativas a la división de España en
pequeñas sub naciones. La primera actividad referente a este punto es detener y
encarcelar a las personas que han promovido, llamado a votar, o a realizar
acciones referentes a lograr la independencia de regiones especificas de
España.
Seguidamente
hay que iniciar los procesos para modificar la constitución si llamar a
referendo o votación. España en estos momentos no tiene ciudadanos capacitados
para entender la magnitud de este problema. España fue sometida a una verdadera
campaña de subversión del Estado por medio de sistemáticos programas de destrucción
del criterio o la capacidad ciudadana para entender sobre el tema, no es
posible contar con el apoyo de la población. Uno de los problemas más graves
que tiene la educación española es que mantiene a los estudiantes en el
analfabetismo político, reforzado por la pobreza cultural de la programación de
los medios de comunicación masivos. En
definitiva, para extirpar el articulo 2 de la constitución que permite y
promueve los procesos de secesión no se necesita consultar al pueblo ya que es intrínseca
en la funcion de el Jefe de Estado garantizar la existencia del Estado.
Una de los
privilegios y potestades más importantes de una monarquía debe ser la autoridad
total y absoluta del Rey para tomar las decisiones pertinentes para garantizar
la integridad del Reino… En este sentido el poder del Rey debe ser total y
absoluto y cualquier intento de oponerse a esta autoridad debe ser reconocido
como traición al Reino y por ende a la Patria.
Segundamente
hay que comenzar desarticular todos los procesos de desintegración nacional que
se llevan a cabo bajo la excusa de derechos autonómicos, como lo son la educación
en lenguajes diferentes al idioma español…la implantación de historias patrias
locales diferentes y contradictorias a los valores patrios españoles y lo que
es lo peor, la tolerancia religiosa que ha permitido la implantación en el país
de culturas y religiones radicales y peligrosas para la integridad del país.
Si bien es
necesario e indispensable conservar e incluso promover la autonomía administrativa,
de manera de facilitarle a los españoles la tramitación y la debida atención por
parte de las autoridades, se sugiere que se simplifique la doble institucionalización,
es decir se evite el duplicado de instituciones y oficinas administrativas. También
es necesario reducir la burocracia local y central a los límites estrictamente
indispensables de manera de relevar a la ciudadanía de la cantidad de impuestos
duplicados actualmente que solo sirven para mantener a un verdadero ejército de
burócratas.
Excelentísimo Rey Felipe VI, es imperante tomar cartas en el asunto inmediatamente, el reloj
corre en su contra, las fuerzas destructoras son enormes…nuestros enemigos astutos…El
ser humano es muy proclive al caos y abrazar con mucha pasión las causas más
injustas y sobre todo inconvenientes para su propia supervivencia…
Es importantísimo
reponer los símbolos de España, entre ellos el escudo original, el de los reyes
católicos, el mismo que ondeaba en la Armada Invencible o en las carabelas de
Colón…Hay que hacer hincapié en replantear el pensum escolar de manera de
realzar la historia de España y anidar en el corazón de cada español un Águila
imperial que le de la fortaleza moral y espiritual para acometer las grandes
empresas como sucedía en nuestros mejores tiempos.
ESTE ES UNO
DE LOS ESCUDOS QUE REPRESENTA FIELMENTE
EL NACIONALISMO ESPAÑOL.
Hay que criar
a nuevos Fernandos e Isabeles, Carlos terceros, Felipes Segundos, Duques de
Albas, Franciscos Pizarros, y tantos otros…Hay que restituir la dignidad y el
respeto hacia el ultimo gran libertador de España, que nos salvó de comunismo y
de ser mendigos por toda Europa como lo son ahora los inmigrantes de los países
de la ex Unión Sovietica… Es hora de rendir agradecimiento al generalísimo Francisco
Franco, la persona a quien usted primeramente debe su trono.
Su Majestad Felipe VI. Es hora de
decirle a España la verdad, es hora de hablarle a los españoles como se le
habla a los grandes hombres y relegar el lenguaje pusilánime que los
politiqueros han puesto de moda, el mismo que generalmente se utiliza para los
lisiados y minusválidos.
Su majestad Felipe
VI súbase al Trono definitivamente, no pierda tiempo, ponga a su lado a los
mejores españoles y envié a las mazmorras inmediatamente a los traidores y a
sus colaboradores.
El tiempo apremia…busque
el apoyo de los reyes de toda Europa, de los gobiernos verdaderamente aliados, de
los centros de poder y de todos los elementos que de una manera o de otra
corren el mismo peligro que usted, como lo son Las Fuerzas Armadas, Las
Universidades, Las Grandes Empresas, Los Bancos, y sobre todo los partidos políticos
que realmente estén interesados en Una España Grande e indivisible…Libre de
traidores….
Sin Mas y a
sus enteras ordenes…mi aprecio y admiración,
Ramón
Mediavilla Díaz…
Súbdito.